Tsukuyomi

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Significado de Tsukuyomi

El que lee o cuenta la luna

Origen

Mitología Japonesa (Sintoísmo)

Variantes de Tsukuyomi

Tsuki-yomi (Transliteración), Tsuki-no-kami (Título alternativo/relacionado)

Significado y Simbolismo

El nombre ‘Tsukuyomi’ (月読), profundamente arraigado en la mitología japonesa, específicamente en la tradición sintoísta, evoca una rica tapestria de significados y simbolismos asociados con el astro nocturno por excelencia: la luna. Su etimología es clave para comprender su esencia. El nombre se compone de dos partes principales: ‘Tsuku’ (月) y ‘yomi’ (読).

La primera parte, ‘Tsuku’, es una lectura arcaica de la palabra japonesa ‘tsuki’, que significa ‘luna’. Esta raíz establece inmediatamente la conexión fundamental del nombre con el satélite natural de la Tierra, un cuerpo celeste que ha fascinado a la humanidad a lo largo de la historia por su misterio, su ciclo constante de cambio y su influencia sobre la noche y las mareas.

La segunda parte, ‘yomi’, es más compleja y ha sido objeto de diversas interpretaciones por parte de los eruditos. Una de las lecturas más aceptadas proviene del verbo ‘yomu’ (読む), que significa ‘leer’ o ‘contar’. En este contexto, ‘Tsukuyomi’ podría interpretarse como “El que lee la luna” o “El que cuenta la luna”. Esta interpretación se alinea con la función tradicional de la luna en muchas culturas como un marcador del tiempo, esencial para la elaboración de calendarios (calendarios lunares) y la observación de los ciclos estacionales, crucial para la agricultura. Así, el nombre podría simbolizar la medición del tiempo a través de las fases lunares, el orden celestial y la regulación de los ritmos naturales.

Otra interpretación, aunque menos común para el nombre de la deidad lunar en sí, vincula ‘yomi’ con ‘Yomi’ (黄泉), el nombre del inframundo o la tierra de los muertos en la mitología japonesa. Sin embargo, esta conexión es generalmente considerada secundaria o menos directa en el contexto del dios lunar, cuyo dominio principal es el cielo nocturno. La interpretación de “leer” o “contar” las fases lunares es la predominante y más coherente con el papel del dios como regente de la noche y el tiempo.

El simbolismo asociado a Tsukuyomi, por extensión, se deriva de las cualidades tradicionalmente atribuidas a la luna. La luna simboliza la noche, el misterio, la intuición, el subconsciente, los ciclos (especialmente los femeninos y agrícolas), la calma, la reflexión y la belleza serena. A diferencia del sol radiante (representado por su hermana Amaterasu), la luna de Tsukuyomi es la luz que guía en la oscuridad, una presencia constante pero cambiante, asociada con la introspección y los aspectos ocultos de la existencia. Su dominio sobre las mareas añade un simbolismo de influencia sobre las emociones y los flujos de la vida.

En resumen, el significado de ‘Tsukuyomi’ trasciende la simple designación del “dios de la luna”. Implica una conexión profunda con la medición del tiempo a través de los ciclos lunares, el orden cósmico de la noche, la influencia sutil pero poderosa sobre la naturaleza y una representación del misterio y la serenidad del reino nocturno. Es un nombre que encierra la sabiduría ancestral de observar y comprender los ritmos celestiales y su impacto en el mundo terrenal.

Origen e Historia

El nombre ‘Tsukuyomi’ y la deidad a la que representa tienen su origen en las fuentes más antiguas y veneradas de la mitografía japonesa: el Kojiki (Registro de Asuntos Antiguos, completado en 712 d.C.) y el Nihon Shoki (Crónicas de Japón, completado en 720 d.C.). Estos textos son fundamentales para la comprensión de la cosmogonía, la genealogía divina y los primeros mitos de Japón, sirviendo como la base de la tradición sintoísta.

Según el Kojiki, Tsukuyomi-no-Mikoto (la forma completa del nombre de la deidad, donde ‘-no-Mikoto’ es un sufijo honorífico) nació del dios creador Izanagi-no-Mikoto. Después de su descenso al inframundo (Yomi) para intentar rescatar a su esposa fallecida, Izanami-no-Mikoto, y su posterior purificación ritual al regresar al mundo de los vivos, Izanagi realizó abluciones en un río. De su ojo derecho nació Tsukuyomi. Este acto de nacimiento, a diferencia del nacimiento de sus hermanos Amaterasu (del ojo izquierdo) y Susanoo (de la nariz),