Significado y Simbolismo
El nombre Astréa, con su resonancia etérea y profunda, evoca imágenes celestiales y conceptos de gran valor moral. Su origen se remonta a la antigua Grecia, donde la etimología y la mitología se entrelazan para dotarlo de un significado rico y multifacético. La raíz principal del nombre proviene del término griego antiguo “ἀστήρ” (astḗr), que significa “estrella”. Esta conexión etimológica directa con los cuerpos celestes es fundamental para comprender el simbolismo inicial del nombre. Astréa es, en esencia, la “doncella de las estrellas” o aquella “relacionada con las estrellas”.
Más allá de su etimología literal, el significado de Astréa está inseparablemente ligado a una figura central de la mitología griega: la diosa o personificación de la justicia, la pureza y la inocencia. Astréa era considerada la última de las inmortales en habitar la Tierra durante la mítica Edad Dorada, un período de paz, armonía y prosperidad en el que los humanos vivían en perfecta sintonía con la naturaleza y entre sí, sin necesidad de leyes ni juicios, pues la rectitud prevalecía de forma innata. Su presencia simbolizaba este estado ideal de existencia, donde la justicia era intrínseca y la corrupción inexistente.
El simbolismo de Astréa, por lo tanto, se extiende para abarcar no solo la belleza y el misterio de las estrellas, sino también virtudes fundamentales como la rectitud moral, la imparcialidad, la pureza de espíritu y la anhelada paz que resulta de una sociedad justa. Representa un ideal de orden cósmico y moral, un faro de esperanza en tiempos de decadencia. Su asociación con la constelación de Virgo refuerza este simbolismo de pureza (Virgo es la virgen) y su posición en el cielo la convierte en un recordatorio eterno de la justicia perdida en la Tierra pero preservada en el firmamento.
En resumen,